jueves, 21 de octubre de 2010

Algo más de apostolado

Hay muchas obras de misericordia materiales y espirituales. La principal obra de misericordia espiritual se resume en hacer apostolado: en preocuparnos porque los demás se acerquen a Dios. Lo que hace más perfecta a una persona es su amor a Dios; no es fácil saber quién ama más a Dios, pero si sabemos que la perfección humana es la perfección en el amor. Dios ha querido hacernos colaboradores suyos. La caridad de Cristo nos urge, dice San Pablo. Pidámosle al Señor un corazón compasivo, dispuesto a olvidarse de sí mismo para pensar en los demás, sin olvidar que toda eficacia proviene de la oración; que las dos medias horas de oración sean realmente oración.
Preguntarnos: ¿Por qué no hago más apostolado personal?... Hay gente que se queda tranquila porque da buen ejemplo.

sábado, 9 de octubre de 2010

Hacer apostolado significa compartir, significa guiar, significa iluminar a todos los que te rodean para que todos lleguen a su fin, que es Dios

El apostolado es algo natural
A todos nos ha sucedido alguna vez que, al asistir a un espectáculo muy bueno o ir de viaje a un lugar hermoso —o al conocer y platicar con alguien famoso—, inmediatamente surgen en nosotros deseos de platicárselo a los amigos, de compartir esa experiencia con aquellos que queremos.
Cuando estás emocionado con algo, quieres hablar de ello todo el día y con todas las personas que te encuentres. En eso consiste el apostolado: hablar de ese tesoro que has encontrado, de ese camino a la verdadera felicidad que has descubierto.
El apostolado es una señal de amistad. Sería muy egoísta guardarte el secreto para ti solo dejando que tus amigos se vayan por rutas incorrectas. Hacer apostolado significa compartir, significa guiar, significa iluminar a todos los que te rodean para que todos lleguen a su fin, que es Dios.
Sin embargo, tal vez en este momento te hagas una pregunta: ¿de qué manera puedo asumir mi llamado al apostolado?
Hay diversos tipos de apostolado

• El apostolado del testimonio: consiste en actuar siempre bien, en privado y en público; en convencer a los demás del camino a seguir, caminando tú primero. Que al verte feliz y realizado los demás deseen seguirte e imitarte.

• El apostolado de la palabra: consiste en hablar de lo que has descubierto. Puedes realizarlo escribiendo libros, dando conferencias o en pláticas informales, durante un rato de convivencia o en la comida, en donde compartas con los demás tus experiencias y tus conocimientos sobre el camino a la felicidad.

• El apostolado de la acción: consiste en organizar, dirigir o colaborar en alguna obra o acción específica de ayuda a los demás. Esto se puede realizar a través de la acción social, las misiones o cualquier otra acción que dé a conocer a Dios a los demás.

• El apostolado de la oración y el sacrificio: consiste en orar, rezar y sacrificarse por los demás. Muchas veces te encontrarás con personas a las que es imposible convencer mediante las palabras o el testimonio. Con ellas, necesitas más que nunca el poder de Dios, recurrir a Él y pedirle su ayuda.
En cierta ocasión los discípulos de Jesús llegaron con Él muy desanimados por no poder sacar un demonio, y Cristo les contestó: "Ese tipo de demonios sólo pueden expulsarse con la oración y el sacrificio".
(Mt. 17, 21)