domingo, 29 de noviembre de 2009

EL BUEN FÚTBOL

Tengo la oportunidad de jugar fútbol todas las semanas. Y cada vez que juego, aunque no se jugar, siento que mi espíritu se alimenta de buena energía, pero no de solo una energía física, sino de una energía acompañada de espiritualidad y familiaridad, porque en el Seminario (soy seminarista) se vive el deporte con intensidad y emoción.
Quiero referir que jugar entre hermanos seminaristas es genial, porque las malas palabras, brillan por su ausencia.
Nos divertimos a lo máximo y siempre cuidamos el respeto, aunque a veces no faltan las discusiones, pero estamos acostumbrados a decir: “que todo queda en la cancha”.
A simple vista para ser que lo relatado anteriormente, suena muy religioso, en el sentido que disfrutamos el deporte de buena manera.
El fútbol no consiste en insultarse, es decir faltarse el respeto; sino que consiste en disfrutar del deporte sano por todos los extremos.
Antes veía el fútbol como algo absurdo, pues no le hallaba sentido el ir corriendo detrás de un balón, pero ahora espero con ansias el día de deporte, porque salgo a ganar, aunque algunas veces me toca perder.
El fútbol supone entrega total al equipo, porque se juega en equipo y es dañino que uno quiera jugar solo, porque va en contra de la armonía del equipo.
Lo mismo pasa en una sociedad, pues la persona que quiera luchar sola, sin ayuda de nadie no termina bien y es más lamentable observar personas que no se dejan ayudar y que niegan lo único que en esa soledad le puede acompañar, me refiero a Dios.
Dios es nuestro árbitro en la cancha de la vida, pero es un árbitro bueno, pues no sanciona cosas injustas, sino lo justo. Este árbitro nos quiere guiar para que juguemos bien en la cancha de la vida y si nos confundimos nos corrige, y eso nos lleva a no caer en lo mismo.
Por tanto no hay que olvidarnos del árbitro de la vida y salgamos a jugar en quipo y ganar.
ESCRITO POR MEA

viernes, 27 de noviembre de 2009


¡Cuánto nos cuesta, en ciertas circunstancias, creer que Dios puede! ¡Cuánto batallamos con nuestros razonamientos o los de otros cuando de creer a Dios se trata! ¡Cuánto se tambalea nuestra fe cuando pedimos y esperamos y seguimos esperando y nuestra petición no es contestada! Hay infinidad de razones por lo cual eso sucede, pero, de algo estoy completamente seguro, y es que, "Nada hay imposible para Dios" y "Para el que cree, TODO es posible."
No dudes por razón de las experiencias de otros, ni permitas que el afán y la ansiedad te conduzcan al laberinto de la incredulidad. Recuerda: "Sin FE es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." (Hebreos 11,6)

martes, 24 de noviembre de 2009

Fin de Semana


El ultimo fin de semana, tuve la oportunidad de compartir una mini-convivencia en el Seminario Menor “Nuestra Señora del Valle” organizado por el Seminario Mayor “San José” de la Prelatura de Yauyos, Cañete y Huarochirí.
En este Fin de Semana, participaron 16 jóvenes de las diferentes parroquias de la Prelatura, entre ellas: San Antonio, San Vicente, Imperial, Quilmana y Nuevo Imperial.
Los jóvenes que participaron encontraron en esta mini-convivencia, muchos puntos importantes de la vida cristiana, en los que piensan luchar, para vivir su cristianismo a plenitud.
Pido a todos los lectores que encomienden de modo especial a este grupo de jóvenes, ya que de ellos es el futuro de la Iglesia en el Perú; recemos para que siempre sean Jóvenes Apóstoles, dispuestos a entregar la vida por Cristo.

jueves, 19 de noviembre de 2009

SIMPLES INSTRUMENTOS


Todos somos hijos de Dios y eso no lo podemos negar, porque por le sacramento del Bautismo, nuestros padres nos han inscrito en la larga lista de los hijos de Dios, y esto, porque saben lo que es bueno, y al conocer lo bueno, lo quieren para sus hijos, ya que no van a esperar a que pidamos de comer para que nos den de comer, sino que nos van a alimentar a los primeros momentos de nacidos.
Al ser inscritos en la lista de los hijos de Dios, Él espera sacar de nosotros obras de arte y por ello a cada uno le da un don, para que lo administremos de la mejor manera. Algunos son buenos escritores, médicos, profesores, grandes profesionales…, también hay artistas y aquí quiero hacer énfasis, ya que así como el pintor o el escultor que al manejar su herramienta produce maravillas, Dios también quiere que cada uno de nosotros produzca maravillas. Él es nuestro maestro escultor, Él es que nos guía trazando por el lienzo de nuestra vida, magnificas líneas que a veces nosotros por descuido borramos o curvamos.
Por ello hay que dejarnos modelar, para que de nosotros sólo se produzca obras maravillosas y hay que acompañar esto con la humildad; porque el pincel no se va a sentir dueño de la obra de arte, ya que esa obra es de quien lo maneja.
Dios es nuestro Maestro dejémonos conducir por ÉL.
ESCRITO POR MEA

miércoles, 18 de noviembre de 2009

La Vocación Sacerdotal


La vocación sacerdotal es la llamada que Dios hace a un hombre escogido por Él desde toda la eternidad. No existen hombres sin vocación, Todos estamos llamados a alcanzar una vida santa. ¡Todos estamos llamados a participar de la vida íntima de Dios!. De ahí la importancia del apostolado, esto es, de acercar a los demás a Dios, y de configurar nuestra vida según el querer de Dios: la santidad en la vida ordinaria.
Antes pensaba que los sacerdotes eran “hombres especiales”, hombres de otro mundo, extraños a la historia de los hombres. Pero no. A medida que fui creciendo y conociendo más de cerca al sacerdote, caí en la cuenta que ellos también eran mortales, y frágiles como cualquier hombre y mucho más preocupados de los gozos, alegrías, temores y esperanzas de los hombres.
La invitación que Dios hace a seguir los pasos de Cristo, especialmente a los sacerdotes, conlleva muchas exigencias; pero resulta paradójico: cuánto más exige Dios y uno responde generosamente, será más feliz y más libre.
La llamada amorosa de Dios pueden venir de personas menos esperadas: un amigo, una noticia, una lectura...La vocación, la llamada de Dios, exige nuestra respuesta. Esta respuesta es la decisión más importante en la vida.
Ante la llamada podemos poner excusas como: “No soy capaz”, “se han equivocado”, “esto no es para mí”, “¿qué será de mi familia?”. .. Todas esas preguntas deben ser respondidas a la luz de Dios en la intimidad de la oración. Por ello, es importante acudir a personas adecuadas, y a centros o lugares aptos para discernir lo que Dios quiere. ¡No tengas miedo a mirar a Dios y comprometerte con Él!
La Vocación sacerdotal es un don y misterio, pero que exige una entrega libre. Con palabras del Evangelio: dejando las redes (intereses humanos, planes personales) para embarcarse en la barca de Dios. ¡Jesús necesita que su barca sea remada por gente generosa y magnánima!
Deseo animar, por tanto, a todos a conocer más la vocación sacerdotal: jóvenes, padres de familia y maestros. Hace ocho años me animó a participar de un “Encuentro Vocacional” mi párroco de Pacarán, el Rvdo. P. Víctor Raúl de la Cruz, a quien estoy hoy aún más agradecido que entonces. Allí descubrí mi vocación. Pasamos el tiempo orando, meditando, escuchando la Voz de Dios; pero también haciendo deporte, excursiones, conversando, estudiando, etc.
No esperes más tiempo, acude al próximo encuentro vocacional organizado por el Seminario Mayor de Cañete. Te esperamos. ¡Vale la pena!
Testimonio P. Arnaldo Alvarado

viernes, 13 de noviembre de 2009

HOY NO EXISTO PARA EL MUNDO


Esta es una Poesía escrita por mi profesor de música Ricardo Miyashiro, trata sobre la defensa de la vida. Es buenísima:



Hoy pensé en un tiempo seguro, cuando todo era sencillo y bastaba echar a volar mi imaginación para saber, pronto, de que color es la vida.
Arrancaron mi voz y no pude pronunciar una sola palabra de amor, una palabra que venciera la soledad del odio, la amargura de tus noches de insomnio.
Arrancaron mi libertad, desde el momento de esta guerra absurda, impoluta, de toda buena intención y con ello, arrancaste la única palabra que solo yo podía enseñarte.
Arrancaron mi vida- y con ella la tuya- en nombre de la modernidad de un sepulcro blanqueado.
Hoy no existo para el mundo y miro las heridas que causó en mí, tu cobardía.
Los corillos de corifeos anuncian la victoria- es fácil ganar cuando llevas ventaja- y celebran con tristísimas carcajadas hambrientas, anunciando la próxima batalla en sus copas insufladas de la sangre de mis hermanos.
Sonríen y sería menos triste sino sonrieras con ellos.
Mas, entiendo, es la pausa de quien se sabe perdido, las grandes orgías del Imperio Romano antes de ser devastado.
Sonríes y soy quien seca tus lágrimas; yo no te juzgo, sólo compadezco el averno que viene hacia tí, día tras día, noche tras noche, hasta el último día.
Estuve ahí y aborrezco el instante en que no supiste escucharme y preferiste el canto de las sirenas que llevará tu barca al naufragio.
Hoy no existo para el mundo, y desde hoy tampoco tú, madre.


RICARDO MIYASHIRO RIBEIRO

lunes, 9 de noviembre de 2009

UNIDOS EN LA LUCHA


Por el sacramento de la confirmación todos quedamos renovados por la Gracia del Espíritu Santo y quedamos configurados con los apóstoles, es decir obtenemos la facultad de anunciar a Cristo como lo hicieron ellos.
El Espíritu Santo halla su morada en nosotros y se queda para ayudarnos en la misión que cada Católico tiene, la de evangelizar. El es la fuerza de donde sacaremos nuestras armas para luchar en la buena batalla.
De este modo todos estamos unidos en la lucha, aquella en que todos debemos de tomar como nuestra para que el nombre de Cristo llegue a oírse y pronunciarse en todos los rincones de la tierra.
Somos jóvenes o tenemos el espíritu de jóvenes, y se me viene a la mente lo que decía el Papa Juan Pablo II: “Soy un joven de ochenta años”. Sí somos jóvenes apóstoles que tenemos que hacer nuestro el lema medieval: “Por la Cruz a la luz”; solo de este modo, nuestro mundo que se ha dejado consumir por el fenómeno de la globalización materialista cambiará.
ESCRITO POR MEA

viernes, 6 de noviembre de 2009

MIEMBROS DE UNA MISMA ORQUESTA


Un similar título lo leí en un boletín y me pareció interesante el contenido que planteaba; hablaba de que todos los cristianos somos como miembros de la orquesta de Dios, ya que cada uno cumple un papel importantísimo en este mundo.
Es muy cierto lo que decía aquel artículo, pues todos estamos puestos en el mundo para cumplir una determinada misión, poniendo en actividad los dones que Dios a concedido a cada uno y de esta manera al igual que una orquesta buscaremos llegar a dar como resultado una buena melodía que sea de agrado a los demás, porque es una melodía cargada de fe esperanza y caridad.
Cada uno es un instrumento musical y que a la voz del director que en este caso es Dios, iremos interpretando una buena melodía.
Los grandes autores de la música como: Bach, Beethoven, Vivaldi…, decían que la música es el lenguaje de Dios, porque esas hermosas melodías sólo podrían proceder de lo divino y así Dios se expresa mediante la música. De esta manera nosotros que somos instrumentos de una misma orquesta debemos de transmitir esa buena música de sabernos Hijos de Dios y que los demás digan al mirarnos que se nos nota que somos cristianos, ya que buscamos agradar a todos con nuestra melodía.
ESCRITO POR MEA