martes, 28 de septiembre de 2010

Todo un Obispo

Hace un año que nos dejo, pero su recuerdo se mantiene en todos nosotros. Nunca lo llegue a conocer como obispo, pero en el seminario seguimos viviendo sus enseñanzas, pues lo que comienza bien nunca se olvida.
Siempre nos cuentan que fue una persona bonísima, pero con un carácter fuerte, pues quería que todos sean buenos hasta en los últimos detalles.
Quería que se hagan santos, quería sacerdotes de bandera.
Es costoso vivir todo lo que nos dejo, en el sentido de que muchas veces nos dejamos vencer por el amor propio y nos falta las ganas y las fuerzas para vencerlo.
Monseñor Luis es un ejemplo de obispo y de padre preocupado por la formación de los que quería. Es por ello que funda el Seminario Mayor “San José” para que de esa cuna vocacional salgan muchos hombres dispuestos a servir a Cristo en el lugar y situación en donde Dios los quería.
Gracias al empeño y amor con que se dirigía a los que lo rodeaban, hoy nuestra Prelatura cuenta con más de cincuenta sacerdotes, tanto en nuestro territorio como en el extranjero, que junto a su pastor van por los caminos anunciando la Palara de Dios.
A través de estas líneas quiero agradecer al Obispo que nunca conocí, pero que igual quiero, porque todo lo que recibimos es el actuar del Espíritu Santo por medio de él.
Muchas Gracias Mons. Luis

domingo, 19 de septiembre de 2010

Un nuevo Beato

En la multitudinaria Misa en la que beatificó al Cardenal John Henry Newman, el Papa Benedicto XVI explicó que el lema de este sacerdote "cor ad cor loquitur" (el corazón habla al corazón), "nos da la perspectiva de su comprensión de la vida cristiana como una llamada a la santidad, experimentada como el deseo profundo del corazón humano de entrar en comunión íntima con el Corazón de Dios".
Tras expresar su profundo gozo porque el Cardenal Newman ha sido declarado beato y luego de recordar que también hoy se recuerda el 70 aniversario de la Batalla de Bretaña realizada en 1940, el Santo Padre señaló que Inglaterra tiene una larga tradición de santos como San Beda, Santa Hilda, San Aelred, el Beato Duns Scoto, entre muchos otros.
Seguidamente indicó que el lema del Cardenal Newman, "el corazón habla al corazón", también "nos recuerda que la fidelidad a la
oración nos va transformando gradualmente a semejanza de Dios. Como escribió en uno de sus muchos hermosos sermones, ‘el hábito de oración, la práctica de buscar a Dios y el mundo invisible en cada momento, en cada lugar, en cada emergencia –os digo que la oración tiene lo que se puede llamar un efecto natural en el alma, espiritualizándola y elevándola. Un hombre ya no es lo que era antes; gradualmente... se ve imbuido de una serie de ideas nuevas, y se ve impregnado de principios diferentes’".
El Papa explicó luego que el Beato John Henry Newman enseñó con su vida que Dios tiene una tarea específica para cada uno, un "servicio concreto" confiado siempre a cada cual de manera particular: "Tengo mi misión’, escribe, ‘soy un eslabón en una cadena, un vínculo de unión entre personas. No me ha creado para la nada. Haré el bien, haré su trabajo; seré un ángel de paz, un predicador de la verdad en el lugar que me es propio... si lo hago, me mantendré en sus mandamientos y le serviré a Él en mis quehaceres’".